La Siderúrgica del Orinoco (SIDOR) tiene una capacidad instalada para producir cabillas de 390.000 TM al año y ha venido disminuyendo su producción a partir de su nacionalización, llegando al extremo de solo producir 118.000 TM en el año 2016, lo cual representa una caída del 70% (-70%).
El gobierno nacional cree que el precio regulado del acero se va a reflejar en una disminución del precio final de la vivienda. En teoría la empresa Estatal pierde dinero en la producción pero el pueblo se beneficia con un bajo costo en la construcción de su vivienda. La realidad está muy lejos de esa teoría, por cuanto el precio regulado al que vende SIDOR en la planta es mediante cupos asignados a directores de SIDOR, políticos, militares, enchufados y/o sindicatos, que sí compran al precio de lista.
El precio regulado de venta al público no se aplica al ciudadano común y corriente ni a los constructores formales de viviendas de interés social, quienes tienen que pagar el precio que designe el intermediario. Es difícil de explicar cómo el venezolano de a pie paga doblemente por un precio regulado; La primera por su alícuota como venezolano por las pérdidas de SIDOR y la segunda cuando no consigue el precio regulado.
La teoría de asignar precio a la cabilla para bienestar del ciudadano es un concepto filosófico populista que provoca un efecto contrario; La regulación genera corrupción en la administración, inflación en los precios, contrabando de extracción y desaparición del producto en el mercado, lo cual resulta en menos obras de infraestructura y menos viviendas... EL PRECIO REGULADO DE LA CABILLA.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario