El año 2025 terminó con el peor récord en la historia de construcción de infraestructura y viviendas. No hubo inversión gubernamental para mejorar los servicios básicos y, mucho menos, para realizar nuevas construcciones. Fue un año en el que habría sido mejor cerrar todos esos ministerios y ahorrar ese dinero, porque nada habría cambiado.
Este año no vi ninguna construcción de viviendas de interés social por parte del sector privado, ni del régimen. Es como si hubiera una prohibición para levantarlas. El 2025 se fue marcando el récord máximo de paralización.
Lo único importante en materia de construcción: una flota de barcos en el horizonte, con la proa apuntando a Venezuela, Tierra de Gracia, cargados de esperanzas de fácil lanzamiento, con fuerza explosiva de libertad emprendedora y capacidad detonante para inspirar confianza constructora y financiera; listos para comenzar con optimismo el año 2026.
El 2025, a pesar de ser el peor año en el área de construcción de nuevas viviendas, termina siendo el año de mayor optimismo en las últimas tres décadas… INFRAESTRUCTURA Y VIVIENDA: CIERRE 2025.
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