La marginalidad es un tema profundo que afecta a millones de personas, especialmente en los países del tercer mundo, de la cual he identificado más de 20 tipos y representa el problema más grave y complejo. La marginalidad no debe confundirse con pobreza, por lo cual voy a reproducir su contexto; Es la falta de participación del ciudadano en los beneficios de los recursos de infraestructura que los excluyen de su integración a la sociedad y le son imposibles de superar por sí mismos.
El crecimiento informal solo se puede combatir con políticas públicas de infraestructura y urbanismo, que incluya todos los servicios básicos para futuras viviendas dignas. El país formal tiene un componente primordial y conceptual: Proyección de futuro. Se requiere gobernantes con visión de Estado a mediano y largo plazo para prevenir el crecimiento de nuevas áreas de expansión marginal. La debilidad en la implementación de esta política es que son proyectos nada beneficiosos a corto plazo para los políticos de turno, pues su gestión esta delimitada por tiempo y presupuesto, por lo tanto, les es más practico aplicar políticas públicas de rápida ejecución y fácil mercadeo, como bolsas de comida, láminas de zinc, bloques, etc. que son de respuesta inmediata y no tener que atender procesos de desarrollo formal de infraestructuras, urbanismos y viviendas. Esto debido a lo complicado, costoso y de retribución a largo plazo y silencioso que solo ocurre en manos del estadista visionario.
"Existe un país formal y estructurado que crece lentamente y en la acera de enfrente otro país informal y marginal que crece rápidamente...destruyendo el formal"
El futuro gobierno democrático debe crear las herramientas e incentivos necesarios para diseñar, coordinar y promulgar políticas públicas de mediano y largo plazo con proyección de futuro para luchar contra la informalidad, las cuales deben estar blindadas mediante leyes especiales que imposibiliten su modificación. El financiamiento de estos proyectos debe ser en moneda extranjera depositados en fidecomisos, sin generar intereses y manejados por la banca venezolana y sus respectivos departamentos de construcción. El pronto pago, justo y oportuno a los promotores-constructores venezolanos, representa generación de confianza; la meta es estructurar leyes, decretos e incentivos para ordenar la expansión urbana formal y la construcción de URBANISMOS Y VIVIENDAS CONTRA LA MARGINALIDAD.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario