domingo, 10 de noviembre de 2024

ALEGRIA POR POLITICA FALLIDA DE NUEVAS VIVIENDAS

Tras años de estudiar y vivir la realidad del socialismo en Venezuela, me permito el absurdo de que se pueda sentir alegría, no por los millones de dólares desviados en contratos de proyectos inmobiliarios, sino porque esos proyectos nunca se concretaron ni se concretarán. Esto se debe a la kakistocracia socialista y a un plan de inversión que buscaba construir millones de nuevas viviendas para perpetuar una forma de esclavitud moderna, un plan que, afortunadamente, nunca se realizó.

La esclavitud la asociamos con la compra, alquiler o venta de personas, pero en realidad existen otras formas de opresión y/o sometimiento a personas o grupos que violan los Derechos Humanos y son implementadas con diferentes fines sociales, económicos, políticos, militares, religiosos, etc. Las podríamos clasificar como diferentes formas de esclavitud moderna que son aplicadas por gobiernos como políticas públicas de reivindicaciones a los pobres y/o protección a los más vulnerables... pero en realidad son para un mayor control de los ciudadanos y su conducta. Una de ellas es la política de entrega de viviendas mediante una simple carta asignación, esclavizante y violatoria de los derechos humanos fundamentales. Las viviendas entregadas sin título de propiedad por los gobiernos socialistas transforman dichas viviendas en una especie de comisarías de pueblo, alcabalas que impiden la libertad de tránsito e inhiben la expresión política y controlan el voto.

Este sofisma, la trampa de la vivienda gratuita, es complicado de refutar para nosotros, los capitalistas conservadores o libertarios, ya que la mera idea de un Estado benefactor que ofrece viviendas gratuitas es difícil de contrarrestar con argumentos políticos, técnicos, económicos o sociales por aquellos que anhelamos una nación de propietarios. La obligación de pagar por una vivienda, incluso con cuotas cómodas a lo largo de muchos años, lastima la sensibilidad de un pueblo muy pobre tanto en dinero como en conceptos de democracia básica o elemental del tercer mundo. Predicar y practicar la generosidad con dinero ajeno es sencillo, un tipo de altruismo que promueve la generosidad, la magnificencia y el derroche bajo la apariencia de amor al prójimo. No resulta sencillo para las personas con escasos recursos entender cómo esto afecta su libertad y cómo puede resultar en una mayor pobreza a futuro, debido al creciente e interminable costo que representa para la nación.

Parece contradictorio decir que prefiero un grupito de piltrafas humanas mil millonarias y no millones de venezolanos esclavizados....  ALEGRIA POR POLITICA FALLIDA DE NUEVAS VIVIENDAS.





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