viernes, 11 de agosto de 2023

VIVIENDA MARGINAL DIGNA Y LA VIVIENDA MARGINAL MISERABLE

Considero que la mayor conquista del proletariado en la edad media fue la obtención de la vivienda en propiedad privada y poder disponer de ella a conveniencia de la familia. Fue un gran triunfo de libertad e independencia, como también el primer paso para la generación de riqueza familiar. 

Las viviendas de autoconstrucción espontaneas, sin planificación urbana, sin servicios, construidas en etapas por el habitante y su familia durante el tiempo libre, tiene su significación y alcance. Desarrollan urbanismos precarios a mano, con pico y pala, escalones, torrenteras, electricidad tomada de un poste público y agua en caso de existir algún tubo cercano. La construcción de la vivienda puede ser de madera, carton, zinc y en muchos casos el piso es de tierra; Urbanismo y viviendas paupérrimas pero dignas representantes del emprendimiento familiar, aunque el mundo formal las clasifique como ranchos marginales. La familia y el entorno social de vecinos trabajando en conjunto autogenera esperanza de mejor futuro, superación económica y lo más importante es la libertad de hablar, entrar, salir, ampliar y/o mejorar su vivienda sin miedo a ser expulsados. Quiero destacar y exaltar que estas viviendas informales a pesar de que están ubicadas en un entorno o sub-mundo que se rige por sus propias leyes, vigilantes, jueces y procedimientos particulares, tienen la singularidad, la esencia o especial atributo de reconocer de un modo intrínseco la propiedad privada. En ese mundo de viviendas humildes e informales, la marginalidad goza de dignidad gracias al empeño de permanencia y de libertad.

Por el contrario, las viviendas construidas por el régimen con dinero de todos los venezolanos, pagadas en dólares, no son viviendas sino herramientas políticas asignadas a dedo sin costo económico alguno para los asignados, pero que tampoco tienen documento de propiedad ni garantía de permanencia, mucho menos libertad de ampliar y/o vender. Entre los vecinos no existe solidaridad y todos dudan de todos, por lo general no saben quién es el patriota cooperante que va a solicitar la expulsión de otro bajo cualquier argumento de traición a la patria. Esa vivienda asignada "gratis" con un documento (*) que ejerce "control ciudadano", los convirtió en esclavos modernos tal cual la edad media a cambio de su libertad; viven bajo el yugo de los nuevos señores feudales denominados; patriotas cooperantes, comités de base y/o jefes comunales.

Dentro de mi perspectiva viviendista; los hombres y mujeres que aceptan vivir en su condición de vivienda informal de pobreza y desdicha, pero con independencia y libertad son dignos representantes de la propiedad privada. No tienen conocimientos de los derechos humanos ni de la historia... pero intuyen o visualizan la diferencia entre la VIVIENDA MARGINAL DIGNA Y LA VIVIENDA MARGINAL MISERABLE.

(*) La vivienda como esclavitud moderna 10 de junio 2022


 








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