Desde la era feudal el sueño de toda persona es tener su
vivienda en propiedad, que se le revalorice en el tiempo, que los enorgullezca
de adultos y finalmente les garantice no vivir "arrimados" en la
vejez.
La
propiedad de la vivienda es un componente importante que establece diferencia
entre pobre y clase media. Ese documento significa solidez y estatus familiar,
genera movilidad económica, social y educativa de una generación a otra. La
vivienda en propiedad es la herramienta más sencilla que tiene un gobierno para
elevar el nivel de vida de todo un sector de la población. Son familias en
diferentes espacios y a diferentes alturas económicas y sociales que luchan día
a día para escalar en su medio ambiente. Los propietarios invierten tiempo y
dinero en mejorar su hogar, su entorno y además generan la capacidad de
organizarse con fuerza y poder para exigir al Estado mejores servicios.
En los desarrollos inmobiliarios de este gobierno no se
entrega el documento de propiedad, solo de asignación y esa
condición de fragilidad de pertenencia genera desprecio por ella y su entorno,
inseguridad y temor de que el gobierno los desaloje en cualquier momento.
Atornilla a todas las familias a un solo nivel de vida económica y social más
bajo y con sensación de carácter provisional que hace utópica la inversión de
mejoras. La imposibilidad de vender, traspasar o heredar inhabilita compradores
y arruina la movilidad social y económica. El control gubernamental no les
permite organizarse para exigir del estado mejores servicios.
La vivienda es un símbolo de la prosperidad económica de
los más pobres, un simple documento es el camino más expedito para subir a
clase media, elevar su dignidad y armonizar la vida social. El próximo gobierno
tiene la obligación de convertir la asignación en propiedad. La
vivienda es un peldaño en la escalera de la vida familiar que está diseñada
para comunicar varios espacios situados a diferentes alturas… LA VIVIENDA:
ESCALERA SOCIAL Y ECONOMICA.
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