En Venezuela hubo desarrollos inmobiliarios de viviendas, oficinas, zonas industriales y centros comerciales en muchas áreas del interior del país, luchando para salir de la calificación de "pueblo" para convertirse en "ciudad", con el apoyo de los planes de Desarrollo Urbano (POU) y los Planes de Desarrollo Urbano Local (PDUL), con arquitectos urbanistas que definían la perimetral urbana y coordinaban el crecimiento planificado de la ciudad para garantizar calidad de vida e incentivos para la inversión privada. Los emprendedores con visión de futuro forjaron todo tipo de negocios para formar "la ciudad". La casi totalidad de esas inversiones eran financiadas desde Caracas debido a la demanda creciente del sector privado.
Con la aparición de expropiaciones, expoliaciones, extorsiones, vacunas y secuestros, se perdió la seguridad jurídica y la confianza. La escasez de gasolina, fallas de agua y electricidad, sin servicio de aseo urbano, huecos en calles y aumento desmedido de los impuestos de la alcaldías se hizo insoportable vivir, lo que provocó el desplazamiento de familias y dinero de los pueblos y pequeñas ciudades.
Esta circunstancia dio lugar a la diáspora, una expulsión o destierro con frustraciones colectivas por la pérdida de todo lo que representaba arraigo a su pueblo y/o ciudad, como también la pérdida del valor económico. No hay demanda para nuevas viviendas en el interior de la república, tenemos ofertas de segunda y a unos precios paupérrimos y muchos "han quemado las velas" sin retorno posible. Otros no requieren el dinero de inmediato y deciden no vender apostando a un cambio de gobierno o que mejoren los precios. En consecuencia tenemos viviendas e inmuebles en general desocupados que generan una visual de abandono. Algunos de mis lectores en el interior del país me comentan (a "pepa de ojo") que cerca de la mitad de sus amigos empresarios o vecinos se han ido y otros están en proceso de salir... lo que indica que el éxodo continúa.
Nuestra realidad es que vamos de mal en peor, más de 7 Millones de personas han abandonado el país y otras se despiden del interior de la república con tristeza y nostalgia de sus conjuntos habitacionales, casas o edificios que otrora fueron iconos de ciudades en vibrante crecimiento, pero que ahora en medio del abandono se podrían comenzar a visualizar como mausoleos... VIVIENDAS EN PUEBLOS FANTASMAS.
Extraordinario artículo. Lamentable realidad venezolana🇻🇪
ResponderBorrarLo mas lamentable es que todos los patrones de conducta de la diaspora se mantienen activos. Con el correr del tiempo los inmuebles del interior del pais van a continuar disminuyendo de precio.
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