El
Presidente en varias oportunidades ha asegurado que “la Gran Misión Vivienda
Venezuela ha demostrado ser un plan, un proyecto, una formula exitosa del
socialismo venezolano" y por lo tanto "una de las misiones más
importantes para lograr la transformación hacia el socialismo."
En
estos años he aprendido que la vivienda en el mundo socialista es un generador
del egoísmo individual y colectivo, por cuanto no genera ningún tipo de
responsabilidad personal, familiar o de sociedad para con su país o el medio
ambiente que lo rodea. El Estado benefactor arruina la creatividad
individual y lo induce a pedir y exigir
más, sin ningún tipo de amor propio o sentido de pertenencia por lo realmente
logrado.
El
Estado Socialista declara el derecho a la vivienda gratuita, destruyendo la
iniciativa personal de superación e incentivando el "a que más tengo derecho??", les da el agua y la electricidad, no pagan derecho
de frente ni la recolección de basura al municipio, no pagan mantenimiento
de la urbanización, ni del edificio... hemos llegado a que ni siquiera la
pintura de la vivienda, (misión barrio tricolor) y en muchos casos el Estado
Socialista hasta entrega todos los muebles y electrodomésticos.
La
vivienda en el Estado Socialista desde el punto de vista colectivo: Disminuye
la capacidad del presupuesto nacional, acaba con las estadísticas en los
registros inmobiliarios, no permite el buen servicio de las
Alcaldías, degrada el medio ambiente y finalmente no cumple con el
mantenimiento adecuado en los complejos habitacionales.
La
vivienda en el Estado Socialista desde el punto de vista individual: Pulveriza
la libertad de opinar, vender, comprar, alquilar, ampliar, pintar, mudar y
heredar.
Tengo pesimismo con respecto al futuro urbanístico de Venezuela y una frustración por la destrucción del buen vivir individual y colectivo del venezolano gracias a LA VIVIENDA EN
SOCIALISMO.
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